lunes, 17 de enero de 2011

Stand By.

Es.. extraño. No es como estar viva, pero no hace daño. Más bien como tumbarse en el césped y mirar las nubes atravesar el cielo azul. Sientes esa paz, y ese silencio. Ninguna voz grita dentro de ti. Y sabes que puedes quedarte ahí el tiempo que necesites: segura. Un stand by para el caos arrollador de tu vida. El suelo no tiembla bajo tu cuerpo, el cielo no amenaza con caerse. La brisa es constante, y el sol nunca se pone. Como una primavera eterna, pero sin algarabía. Sin flores, sin pájaros ni ruido. Tú pasiva y el resto del mundo activo. Pero sólo alcanzas a oír el eco del movimiento. Nada ni nadie puede tocarte. Es una paz extraña, imaginas correr y saltar y rodar por la hierba. Y recoger margaritas y tirarlas a tu alrededor dando vueltas. Y reír a carcajadas. Y saltar por un acantilado. Y vivir al límite. Pero sólo imaginas.. Sigues ahí tumbada. Segura. Nadie puede hacerte daño aquí. No es como estar viva, pero no hace daño.

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