lunes, 17 de enero de 2011

Me subo al tren.

Y comprendí que la vida es un tren
con sólo una parada en la estación.
Que si pasa, no volverá otra vez.

Que el tiempo sanará tu corazón,
si dejas de aferrarte al ayer
volverá a acompañarte la ilusión.


Y estoy aquí, sentada en un andén, con la mirada fija en el reloj, esas manecillas que parecen no querer moverse nunca. He comprendido que no puedo pasarme aquí el resto de mis horas, pero el tren no llega, no llega. Y aquí estoy sola. Y no es que me sienta triste, porque no me siento, ni los dedos de los pies, esos que siempre lo saben todo.. que me cuentan que hoy no saben nada. Y no sé si quiero gritar, porque no estoy segura de que nadie pueda oírme, ni tampoco de si quiero hacerme oír. Prometo que esto no acabará conmigo.. Que amores que mueren, nunca matan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario