Sube, sube. Elévate entre las nubes.. ríete de esos idiotas que presumen de estar tres metros sobre el cielo. Tú estás mucho más alto, desde donde más alto puedes caer. Pero, ¿cuántos y si sale mal.. te han frenado? No puedes perderte las cosas más bonitas de la vida por temor a hacerte daño. Sólo a base de errores -quien no los sabe reconocer, también los llama experiencias- se aprende a vivir. Arriésgate por todo. ¿Los pies de plomo? A la basura. Camina descalza sobre las brasas. Tírate sin paracaídas. Come tanto chocolate como te pida el cuerpo, y más. Y no te rindas porque el destino ya está escrito. No abandones porque tienen el mañana planeado. Una luciérnaga me dijo un día que los mejores planes son los de última hora. ¿De qué tienes miedo, a reír y a llorar luego? Cómete el mundo, ya tendrás tiempo de sufrir la indigestión. O no.. la vida es un juego que puede acabar en cualquier momento. Ahora. Mañana. Dentro de cien años. Sólo.. apuéstalo todo por esa tontería que te hace sentir no hueca. Y si pierdes, procura que hayas exprimido tanto cada instante de la jugada, que aunque cualquier idiota te venga con ese cuento de.. Te lo dije, no podía salir bien. Tú, con tu Álbum de Recuerdos de la Caja de Pandora a explotar de bonitos momentos, una sonrisa más ancha que el Universo y ese brillo puedas gritar: ¿A mí? ¡Que me quiten lo bailao!
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