Hoy me apetece montar en moto, vestir de los colores de las flores, dejar ondear mis rizos al viento, cantar a gritos y ser borde. Reírme descarada, llevar ropa ajustada y fulminar con la mirada. Me dan ganas de hacerme con una guitarra y dejar sorda a media provincia, robarle una púa a algún amigo y convencerlo para que me enseñe a tocar. Pasarme un día en la cama, solos Jack y yo. Comer galletitas saladas y tarrinas gigantes de helado de chocolate. Hundirme en el sofá y ver películas de miedo, y luego irme por ahí, a robar corazones y abandonarlos luego por las esquinas: ver al Amor como lo que es, una broma macabra. Y cambiar de filosofía, dejar de tomarme tan en serio la vida.. Y gritarle al mundo: ¡Eh, pringaos, que yo soy así! No os molestéis en conocerme, no quiero perder el tiempo. Subirme a unos tacones, guiñarle un ojo al Sol y perderme. En vez de eso, madrugo, atiendo en clase, paso apuntes, me encierro en casa a estudiar y me prometo una y otra vez que muy pronto seré quien quiero ser. Y mientras tanto.. el hombre de mi vida, me canta al oído a través de los auriculares. John Anthony Gillis, Jack, te quiero.
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