jueves, 12 de mayo de 2011

Epístola a Don Destino.

Estimado Destino: 
Quería informarte de que he decidido pasar de ti. Eres un imbécil caprichoso, macabro y cruel. Ayer en clase de inglés -mis superproductivas clases de inglés del instituto en las que aprendo tanto.. ah, espera, que no aprendo nada nuevo-, escribí en el márgen del cuaderno, siguiendo mis costumbres, una carta que rezaba en ese idioma anglosajón tal que así: What about my heart? Nobody will tell me about how to keep it alive? Fucking school! Why don't teachers teach me how to cure it? It's alone, sad and alone. I'm lost in the darkness. Why don't you rescue me? Why are you hidden? Where are you? Our fate is living together and happy! Why if my story begins whit Once upon a time it doesn't end like a fairy tale?
Por tanto, decido dejar de creer que un príncipe azul galopante en corcel blanco vendrá a rescatarme. Ahora me arremango el cancán del vaporoso vestido de princesa, me coloco la tiara y me subo a mi propio caballo de cuento: Vámonos, Rocinante. Acabemos con los típicos tópicos. Tomaré las riendas de MI vida.

Con todo mi desprecio, Yo Misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario